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Cuando me miro

Cuando me sorprendes, imagen, al mirarme, sin avisar al tiempo, no me reconozco en ti, y me escondo desnuda detrás del desconcierto d...

domingo, 2 de junio de 2019

Cristina Fallarás

La historia de una familia y sus silencios
Me llamo Cristina y esta es la historia de una familia y sus silencios. La historia de cómo el silencio contagia, atraviesa generaciones enteras y fermenta. Esta es una historia en descomposición, contada para pertenecer.
Esta historia, todo este gesto, empieza y termina en esta vieja urbanización de casitas clónicas situada en una playa de la provincia de Tarragona, Mediterráneo español, una urbanización construida en los años setenta del siglo XX que estuvo cercada y vigilada con cámaras de seguridad para que nadie entrara.
A veces nadie podía salir.
Yo era pequeña entonces, luego era joven, y después ya es ahora. Aquí he llegado porque era aquí donde venía desde que hace unos días di el primer paso y eché a andar. Escribo instalada en los restos de esa misma urbanización. Aquí adonde me han traído mis muertos. (...)

Cristina Fallarás: Honrarás a tu padre y a tu madre.


Pero ese sábado 5 de diciembre no amanecerá


Presentación ordena las piedras sobre el fogón. encima de la cocina económica de hierro forjado, los cantos robados a la orilla del Ebro parecen animalillos acurrucados para la siesta. Luego los meterá calientes en los bolsillos de los chicos antes de que salgan hacia la escuela. Es su cocina, en su casa, son sus hijos, acaba de llegar su marido. Enumera sus cosas, como cada día a esa misma hora, después de oír la puerta cerrarse. (...)
Presentación y el Félix Chico conservan pese a los aprietos la alegría de cada encuentro. Antes del amanecer, ella casi intacta de carne recién despierta y él todavía con el humo del último pitillo flotándole en el pelo. No han tenido nada más, no desean otra cosa, y el tiempo es un fugaz parpadeo que se abre a la oscuridad. Habitualmente, basta un tímido buenos días y un trago de café del hombre sin dormir para que la agarre de la cadera y la conduzca al dormitorio. Su dormitorio. Hasta que amanezca.

Pero este sábado 5 de diciembre no amanecerá. (...)

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