Muchas veces me siento ridícula,
sumergida
como un feto en su sueño,
anclada en mi cordón umbilical,
compostura del absurdo,
y sin embargo tú me sacas a la luz con tu mirada de ternura
hasta que me estremezco
con los restos de mí misma.
Los surcos del silencio. Madrid, 2003
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y aquí en tapa blanda.
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